La experiencia fue increíble. La atención del personal fue excepcional, con un trato cálido que realmente te hace sentir como en casa. Los desayunos fueron un deleite, con productos de la tierra elaborados de manera casera y adaptados a nuestras necesidades veganas. Desayunar en la terraza privada, rodeados de la belleza natural del campo ibicenco, es un comienzo perfecto para el día. Además, la decoración típica ibicenca y las instalaciones, como la piscina, crean un ambiente relajante y acogedor.

El acceso al hotel tenía algunos baches que pueden ser un poco molestos.

Disfrutamos de la piscina climatizada al atardecer, un momento perfecto para relajarse tras un día explorando Ibiza.

una experiencia encantadora pero con detalles mejorables

El personal fue excepcional, siempre atento y dispuesto a ayudar en todo momento. Me encantó la piscina climatizada, un verdadero remanso de paz. Desayunar en el jardín con vistas al campo ibicenco fue una delicia.

El acceso al hotel tenía algunos baches considerables.

El hotel Can Quince es un verdadero hallazgo con su hermosa piscina y las vistas idílicas del campo ibicenco. Disfrutamos de desayunos en nuestra terraza privada cada mañana, un inicio perfecto para el día.

Recomendado para parejas que buscan tranquilidad

La piscina climatizada fue perfecta para relajarnos al atardecer tras un día de exploración. Además, el ambiente acogedor, acompañado del ronroneo del gato que nos daba la bienvenida cada noche, realmente nos hizo sentir como en casa.

No fue precisamente barato, pero el precio se justifica.

Desayunar en la terraza privada.

decoración típica ibicenca, terraza privada, jardín para desayunar solos

La habitación Alegría es muy pequeña y el olor de la madera del techo resulta desagradable. El camino de acceso está repleto de baches. La limpieza diaria dejó bastante que desear!!!

La decoración típica ibicenca y el ambiente tranquilo son simplemente encantadores. La atención del personal fue impecable, con un trato cálido que realmente te hace sentir como en casa. Sin embargo, el acceso al hotel tiene algunos baches que pueden ser un poco molestos, y la calidad del pan en el desayuno podría mejorar, aunque los bagels de salmón ahumado estaban deliciosos. A pesar de esto, el desayuno con productos de la tierra fue un gran acierto.

Disfruté de la piscina climatizada y las vistas impresionantes al campo. La decoración tiene un encanto típico ibicenco. La atención del personal fue de primera, siempre amables y serviciales. El ambiente es relajante. Desayunar en el jardín fue un gran inicio de día. ☀️

El hotel es un hermoso molino antiguo, perfectamente renovado, con una piscina encantadora y vistas espectaculares del campo ibicenco. Desayunar en la terraza privada fue un placer, acompañada por esos paisajes tan tranquilos y bonitos.

El desayuno podría tener más opciones variadas.

Wi-fi excelente, pero el desayuno podría tener más variedad y calidad en el pan.

la tranquilidad de un refugio encantador con un desayuno personalizado para celíacos y un toque de amor de los empleados

El hotel es un auténtico oasis. La piscina climatizada fue el remedio perfecto para relajarnos después de explorar Ibiza. Muy buena atención en todo momento.

El lugar tiene un ambiente acogedor con una piscina que invita a relajarse. Sin embargo, la habitación era un poco pequeña y la limpieza podría mejorar. Si planeas visitarlo, ten en cuenta que el camino de acceso no es el mejor, así que asegúrate de tener un coche adecuado.